La nueva generación de consolas empieza a asomar la cabeza poco a poco, ya que en menos de un año las nuevas consolas vivirán entre nosotros. Microsoft ha dado hoy un golpe sobre la mesa presentando su nueva hija predilecta: Xbox Series X.
‘The future of gaming has never been more inspiring’. Según Phil Spencer, lo que nos depara el futuro en cuanto a consolas y videojuegos no podría ser más inspirador, y eso es lo que parece viendo las posibilidades que la nueva consola nos traerá.
Como podemos ver en el siguiente vídeo, la consola no es tan grande como parecía en un primer momento, aunque se asemeje más a una torre de ordenador que a una consola tal y como las conocemos. Pero si es más voluminosa que las anteriores consolas de Microsoft.
Y dejando a un lado su apartado externo, por dentro da la talla, ya que su CPU personalizada de AMD cuenta con 8 núcleos a 3,8 GHz (sin multiproceso simétrico activado, con él van a 3,6 GHz) basados en la nueva arquitectura Zen 2. Como dice Austin en el vídeo anterior, siete de esos núcleos estarán disponibles para los juegos, mientras que uno quedará reservado para el sistema operativo en segundo plano.
La nueva tarjeta dedicada basada en una GPU personalizada de AMD con arquitectura RDNA 2 que permite llegar a los 12 TFLOPS de potencia, duplicando así la que estaba disponible para la Xbox One X. Cuenta con 52 CUs y una frecuencia de trabajo de 1.825 MHz.
En cuanto a memoria se trata, la consola tendrá una unidad SSD de 1 TB que aprovecha el estándar PCIe 4.0, lo que hará posible lograr tasas de 2,4 GB/s de datos en bruto (raw), y hasta 4,8 GB/s de datos comprimidos, lo cual supone un gran paso adelante en comparación con las anteriores generaciones. También podremos ampliar el almacenamiento de Xbox Series X de dos formas: Con un disco externo con estándar USB Tipo-C 3.2. Por otro lado, con una especie de cartuchos de hasta 1 TB por cartuchos.
Poco a poco vamos conociendo más detalles de la nueva consola, y os iremos actualizando.