Compartir

Catherine

Atlus es la veterana compañía detrás de grandes nombres como Shin Megami Tensei, o su igual o más conocido Spin Off, Persona, la cual ha llegado a ser una saga muy famosa y conocida por la calidad de sus títulos. Katsura Hashino ha sido una de las cabezas visibles de la compañía en varios de sus juegos más famosos, llegando a ser director de algunos de los más importantes, como Shin Megami Tensei: Nocturne en PlayStation 2 o Persona 3 y 4  (más adelante, también de la quinta entrega). Era un gran candidato dentro de la compañía a dirigir un nuevo proyecto alejado de los visto anteriormente: Catherine.

¿Han escuchado alguna una vez que si mueres en el mundo de los sueños morirás también en el mundo real?

Catherine es la prueba de como juntar de manera sublime una trama en la que el protagonista sufre una crisis de mediana edad, haciendo peligrar su relación amorosa de toda la vida al conocer a una joven muchacha, una parte jugable adictiva gracias a su plataformeo que consiste en avanzar en un puzle de bloques ascendente, y contar la historia con el gameplay y un anime de genial calidad. Y ovejas, muchas ovejas.

Catherine

Todo comienza bajo el el programa de televisión nocturno llamado Golden Playhouse, en el que se nos narra la historia de Vincent Brooks, un joven oficinista que lleva la mayor parte de su vida con su pareja Katherine, llevando una vida bastante despreocupada y parece no estar listo para el matrimonio, hasta que todo a su alrededor da un vuelco: conoce a la joven Catherine (con C), y acaban pasando la noche juntos. Después de este momento, Vincent caerá en una serie de pesadillas nocturnas en la que su vida pende de un hilo.

Aquí es donde entra la maravillosa jugabilidad del título, el momento de nuestras pesadillas. En ellas, tendremos que escalar una torre compuesta como un puzzle, en el que tendremos que ir jugando con los diferentes tipos de bloques a los que nos agarramos para ascender. Por supuesto, no podemos demorarnos lo más mínimo o acabaremos cayendo al vacío, como el resto de «ovejas». Si ya lo habéis jugado, sabéis a lo que me refiero: El resto de hombres que han cometido infidelidad y se han visto llevados por la pesadilla, a nuestros ojos se ven como ovejas (incluso podemos ver a Vincent con los cuernos típicos del animal).

Entre medias, se nos llevará a un confesionario en donde la Voz Misteriosa nos hará una pregunta y tendremos que escoger entre dos opciones, que no solo no están para adornar,  serán claves porque nuestras respuestas van a influir en la historia, inclinando la balanza hacia una u otra chica.

Durante el viaje que es Catherine no estaremos solos: buena parte del tiempo lo pasaremos en el bar «La Oveja Perdida», lugar en el que nos reuniremos con nuestros amigos Orlando, Jonny, Toby, Thomas y la camarera Erica. Nuestros amigos se preocuparán por nosotros, y serán nuestros confidentes a los que contarles lo poco que recordamos de las pesadillas. Para avanzar en la trama, también utilizábamos el teléfono móvil de Vincent, por el cual mandábamos mensajes a K(C)athernine. El juego nos daba libertad para pasear por el bar, ir al servicio, escuchar conversaciones de la gente que entra y sale, hablar con los amigos, mandar mensajes, beber e incluso jugar a una recreativa de puzles.

El juego de Katsura Hashino no solo se desmarcó por su entretenida historia y una jugabilidad que engancha, la base sobre la que se sostiene toda la historia en algo complicada en el país nipón, ya que las relaciones y el matrimonio distan de como las vivimos en nuestro país, siendo mucho más tímidos y conservadores. En la edad adulta, el simple hecho de ligar con alguien se hace de manera mucho más discreta (recordemos que Vincent acaba conociendo a una joven de 22 años, mientras que él tiene 10  más), y el matrimonio suele producirse alrededor de los 30 años para los hombres y los 29 años para las mujeres.

Catherine se presta muchísimo a la rejugabilidad: Tanto por repetir los puzles, los cuáles se puede superar de más de una forma, y con la posibilidad de hacerlo con una dificultad mayor, la historia tiene varios finales, lo que hará que posiblemente le acabéis dando más de una vuelta al juego. Y si 10 años después de su salida no le habéis echado el guante, tenéis la versión Catherine: Full Body para la (ya no actual) generación de PS4, PS Vita, y desde el año pasado para Nintendo Switch. Como novedades, tenemos la inclusión de Rin, una nueva mujer que se une al trío amoroso (aunque, si no intimamos con ella en los primeros compases del juego, su presencia acabará siendo anecdótica),  tramas adicionales y nuevos desenlaces para Catherine y Katherine, lo que nos da rienda suelta para más de una nueva vuelta al juego.

Personalmente, disfruté muchísimo de él, llegando a estar atascado ante la dificultad de algunos puzzles en los últimos momentos del juego. Pero merece la pena cada uno de esos intentos fallidos, porque el placer de conseguir avanzar al siguiente punto de control y ver como llegamos de la mano con Vincent al punto más alto de la torre y,  por fin salir la pesadilla, no tiene precio. Tengo pendiente una nueva vuelta al juego, ya que en mi primera partida, jugué a ser bueno y a mantener mi larga relación con Katherine, pero… ¿Por qué no probar una vez más e inclinarme hacia el caos ésta vez?.


Compartir

Por Ralencoman

Infiltrado en @Vidaopantalla cual Solid Snake en Shadow Moses.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *