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El futuro del videojuego: ¿Formato físico o digital?

Cualquier aficionado al mundo de los videojuegos habrá tenido, como mínimo, una vez, el debate acerca del mejor formato para videojuegos: físico o digital. Esta nueva generación de consolas está marcada por el auge del formato digital, que nos ha dado como resultado dos modelos de cada consola: Una exclusivamente para juegos digitales, y otra para ambos formatos.

Cada uno con sus bondades y defectos, y en donde el gusto y preferencias personales son claves para decantarse por uno u otro, ambos dan cuerda para un largo debate. ¿Cuál es mi opinión o, mejor dicho, cual prefiero? La cabra siempre tira al monte, y mis preferencias siempre han ido al formato físico. No solo se basa en el mero hecho de ser tangible: el poder ver la carátula, manual (al menos, en los tiempos en los que los juegos incluían un buen número de páginas para explicar los entresijos del juego), el poder disfrutar de él con tan solo verlo impertérrito al tiempo en la estantería y, sobre todo, que con tan solo sujetar la caja rememorar todo lo vivido con el, es algo que siento que el formato digital nunca podrá ofrecer.

Para asegurar el buen futuro de los videojuegos, tenemos la tarea de conservar su pasado de la mejor manera posible, por lo que preservar videojuegos antiguos es algo que debemos hacer desde ya, y para ello, ambos formatos serán esenciales. Tal vez, el formato digital podría ser incluso más importante que el físico. ¿Y esto por qué? Lo natural, sería pensar que los juegos y el software original son la clave para esto, pero apuesto a que la emulación y los roms jugarán un papel muy importante en el futuro.

Y no me refiero a la piratería, hay maneras legales de disfrutar juegos antiguos: las conocidas consolas mini, las tiendas digitales de las consolas, juegos en formato físico que utilizan roms (por ejemplo, el reciente pack de Super Mario 64, Sunshine y Galaxy), entre algunos ejemplos.

 

El formato físico y la importancia de la experiencia original

Una de las principales quejas que los coleccionistas de videojuegos antiguos es la falta de la «experiencia original» en los juegos emulados en plataformas actuales, algo evidente ya que los diseñadores aprovechaban el funcionamiento de los televisores CRT o conocidos como «de tubo» para sacarle rendimiento al apartado técnico de sus juegos. Utilizando técnicas muy comunes de la época, como el dithering, conseguían imprimir a los juegos más tonos de color en pantalla y efectos de degradado.

Como ejemplo, aquí os muestro la gran diferencia que existe utilizar un televisor CRT y uno actual LED, utilizando la PlayStation con Tomb Raider III:

Los odiados dientes de sierra se hacen demasiado visibles en televisores actuales, pasando a ser bloques de píxeles en vez del objeto que representaban originalmente. Para paliar estos efectos, las consolas mini y emuladores ofrecen la opción de utilizar un filtro que emula las imperfecciones de los televisores antiguos, algunos muy bien logrados como los de la consola Nintendo NES Classic Edition. Se acerca mucho, pero no llega a ser la experiencia 100% original, y eso sin contar la falta de los juegos en físico, por lo que olvídate de la clásica técnica de soplar el cartucho si no arranca el juego.

Tener el hardware original (consola y juego) nos ofrecerá la mejor de las experiencias, pero para preservar los juegos en el tiempo, éste juega en contra de ellos. Me refiero a su durabilidad: tanto cartuchos como CD’s originales, salvo que los tengamos para coleccionismo, el tiempo y el uso jugará en su contra, cada vez serán más los que se estropearán, y lo mismo ocurre para las consolas. Tal vez dentro de unas décadas, apenas queden NES o Mega Drive funcionales o, incluso consolas mucho más actuales. Perdidas, destrozadas por algún accidente al trasportarlas o en la vivienda de quien las posea, o simplemente tiradas a la basura por dueños de que o no les interesan, o las tiran familiares por desconocimiento. Esto es algo que me preocupa, el no poder encontrar dichas consolas o juegos a la venta, o que su precio sea disparatado. Esto ya pasa con juegos muy valorados, ya sea por su calidad, o por sus escasas ventas debido a calidad o censura (como puede ser el ejemplo de Rule of Rose de PS2 que, salvo que estés dispuesto a gastar una cantidad bien generosa de dinero, la única manera es emularlo).

 

El formato digital: Una manera de supervivencia

Lo comentado en las anteriores líneas deja en evidencia la necesidad de un formato digital, no solo para la gente que ya no quiera acumular cajas en su estantería, también como necesidad para conservar los grandes catálogos que ofrecen la mayoría de consolas y que, a día de hoy, queda mucho por mejorar.

De la cantidad total de títulos que tienen algunas consolas como PlayStation 1 y 2, solo podemos jugar a una pequeña parte de juegos de éstas, y que al haber sido adaptados a las nuevas consolas, no son precisamente baratos. Tal vez la mejor opción sea algo parecido a Nintendo Switch Online, donde podemos jugar a un buen número de juegos para NES y Super NES, aunque un servicio ideal debería incluir el mayor número de juegos posibles, no solo los más destacados, ya que el principal problema de este servicio y de las consolas mini, es la falta de juegos menos famosos, de los que existen menos copias y los que no llegaron a nuestro país, o ni tan siquiera salieron de su país de origen, haciendo que nos hayamos perdido autenticas joyas.

Aún nos queda mucho por aprender en cuanto a como conservar videojuegos; lo que si está claro, es que tanto el formato físico como el digital serán clave para que se preserven lo mejor posible en el tiempo, y que las futuras generaciones puedan disfrutar toda la historia del videojuego, de la cual aún queda muchísimo por escribirse.

Y vosotros, ¿Qué opináis al respecto?

El futuro del videojuego: ¿Formato físico o digital?


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Por Ralencoman

Infiltrado en @Vidaopantalla cual Solid Snake en Shadow Moses.

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