
En 2011 para Japón y 2013 para el resto del mundo, Bandai Namco reformó por completo la fórmula de Tales of con una nueva entrega que traería sus más y sus menos. Tales of Xillia cambió la cámara por una similar a la tercera persona, presentó dos campañas para narrar una historia desde dos perspectivas, y ofreció uno de los sistemas de combate de la saga más completos.
Ya sea desde las botas del estudiante de medicina Jude Mathis, o la autodenominada Señor de los Espíritus Milla Maxwell, este cuento mandaba un mensaje muy importante sobre la violencia entre pueblos y el abuso de los elementos naturales de nuestro planeta. En resumidas cuentas, la historia de este cuento trata sobre la naturaleza y el medio ambiente.
Una entrega que, durante más de 14 años ha estado anclada a PlayStation 3, pero que por fin ha regresado por todo lo alto demostrando, una vez más, que Bandai Namco tiene un compromiso con los fans que quiere cumplir y complacer. Tales of Xillia Remastered ya está disponibles para consolas y PC.

Realmente tenía otro tema en mente a la hora de hacer un nuevo contenido del #AñoTalesOf, un reto con el que quiero volver a jugar todos los juegos de la saga y hacer su respectivo artículo, ya sea una crítica, reportaje o análisis. Por si os interesa, podéis leer aquí el análisis de la obra original.
Sin embargo, con el anuncio de la remasterización, he tenido que cambiar de planes para recalcar de nuevo el enorme trabajo que Bandai Namco está haciendo con la saga. Desde luego, el meme que teníamos de que el mayor villano de la saga Tales of era esta empresa, hoy podemos decir que la redención existe.
Evidentemente, todavía queda mucho camino por recorrer: traer más merchandising a Occidente, realizar más eventos dedicados a la saga al estilo Nintendo Direct, realizar más colaboraciones con otros productos, como bien pueda ser Super Smash Bros., incluso relanzar y doblar a varios idiomas las OVAs.

No obstante, al mismo tiempo, hay que ser realistas. Tales of no es Final Fantasy. Tú sales a la calle y muestras una foto de Cloud, Sephiroth o hasta de Clive y saben que se trata de Final Fantasy. Pero intenta hacer lo mismo con Yggdrasil, Velvet o Teepo. Por mucho que queramos, Tales of no es una saga popular, y difícilmente lo podrá ser.
Pero tampoco podemos infravalorarnos. Tales of va a cumplir 30 años de vida este mes de diciembre. Un JRPG japonés, nacido en los últimos vestigios de Super Nintendo, con un camino algo complicado por sacar exclusivos en varias consolas, y otras entregas ni salir de Japón o no llegar a Europa.
Curiosamente, fue Tales of Xillia quién rompió ese tabú y cuando empezaron a llegar los juegos en físico, traducidos y con una campaña de marketing aceptable. Eso no lo pueden decir todas las sagas de JRPG: Breath of Fire, Grandia, Suikoden, Koudelka/Shadow Hearts, maldita sea, incluso Star Ocean.

Hasta hace bien poco incluso a Shin Megami Tensei/Persona le pasaba algo parecido, al igual que Yakuza. Esto es algo que debemos tener en cuenta a la hora de valorar a Tales of. Porque podemos acabar haciendo un Tales of VS para móviles localizado en Tokyo y ponerle un chándal a Kratos y un cosplay de kpop a Velvet.
Y no creo que nos gustase ver algo así. Esto es todo lo que quería hablar realmente de esta remasterización. Es maravilloso tener la tienda de rango desde el principio para quienes nos hemos pasado el juego varias veces, no hay nada de censura seria, e incluso algunas cosas se han alterado a mejor, y en Switch 2 el juego se mueve de maravilla.
Aunque eso sí, tiene un parche de 4Gb del día 1… Por todo lo demás, solo tengo palabras de agradecimiento a Yosuke Tomizawa. Si bien al principio me preocupaba un poco la mentira de que Tales of Arise no tendría DLCs y acabó teniendo DLCs… Hay que reconocer que ha hecho un buen trabajo.
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