Seguimos de resaca (física y emocional) por el Summer Game Fest pero no podemos pararnos porque lo que estos últimos años está siguiendo al NOE3 es ni más ni menos que el Steam Next Fest. La fiesta de las demos de Steam nos da la oportunidad de jugar a muchos de esos juegos que ya teníamos en nuestra lista de deseados y a cantidad de títulos que hemos visto en el marco del evento de Keighley. Uno de los títulos a los que me he acercado es a este Ninja Gaiden: Ragebound, y tengo que decir que, una vez más, The Game Kitchen no defrauda.
Antes que nada, comentar que estamos delante de una demo que está muy pulida pero no deja de ser contenido sensible a poder ser modificado o pulido para el lanzamiento de la entrega con fecha a 31 de Julio de este mismo año. Con todo, lo presentado por el equipo español nos deja ver unas mecánicas muy pulidas y un gran equilibrio entre las plataformas y la acción en base a la dificultad característica de la saga. Pero vayamos por cortes, o sea por partes.
De NES a 32 bits en el Ninja Gaiden Ragebound
En esta demo controlamos a Kenzi Mozu, que coge el testigo de Ryu Hayabusa, en una aventura que parece ser transcurre paralela a los acontecimientos del Ninja Gaiden original. Empezamos siendo entrenados por el propio Ryu, que en una suerte de tutorial introductorio a algunas de las mecánicas, nos va guiando y preparando en el camino del Ninja. A partir de este punto, con el control de Kenzi, empezaremos a saltar y disfrutar de la movilidad del personaje.
Durante la primera fase de esta demostración jugable, contaremos con las herramientas que el bueno de Ryu nos ha llevado a practicar. Esas son los ataques, la esquiva y el salto, apartado que resulta totalmente fundamental. Con el salto no solo llegaremos a zonas más elevadas o esquivaremos objetos salientes, sino que al volverle a dar al botón de salto realizaremos un parry, muy similar a lo visto en Cuphead. A partir de esta concepción del bloqueo, se abre un abanico inmenso de posibilidades que van desde conseguir energía extra para realizar ataques más fuertes si golpeamos con el doble salto las esferas de poder, a defendernos de elementos que causan daño y hasta tener que estrujarnos la cabeza para solucionar puzzles de tiempo.
Todo ello sin dejar el frenetismo de la saga de lado. Con frecuencia nos abordarán enemigos desde todos los ángulos, y deberemos ser rápidos y eficaces para contrarrestar sus cometidas y salir victoriosos. El movimiento es súper fluido, algo contrario a la propuesta que el estudio español nos ha tenido acostumbrados con Blasphemous (sobre todo a la primera entrega). Y no por es que este Ninja Gaiden esté más depurado o acertado en el game feeling, sino que The Game Kitchen ha captado a la perfección la esencia del clásico de NES y las intenciones del maestro Yoshizawa.
No me voy a andar por las ramas: Ninja Gaiden Ragebound es súper divertido. Las plataformas y los saltos están orquestados a la perfección, nos podremos enganchar a paredes y tejados y usar nuestras armas desde allí, y lo cierto es que resulta muy intuitivo contrarrestar los golpes de los enemigos, ya sea esquivando como devolviéndolos con nuestros ataques. La primera fase de la demo termina con una batalla final que en la que deberemos identificar y recordar patrones de ataque, y que representa el final de la introducción, en la que pondremos todas lo aprendido en práctica y nos daremos cuenta de la cantidad de elementos que puede llegar a tener el juego para hacernos pasar un rato sufrido y agradable – somos masoquistas-.
A partir de aquí, nos transportamos al tercer capítulo, en el que se añaden nuevos mecanismos y la presencia de una nueva protagonista: Kumai. No tenemos demasiado contexto de qué nos lleva a compartir lazos con una chica que abraza el poder demoníaco, pero empezamos la fase y en seguida vemos las bondades que nos va a aportar esta comunión entre los dos protagonistas.
Kenzi y Kumai compartirán fuerzas en una especie de simbiosis que derivará en la activación de los poderes a distancia y la posibilidad de alternar personajes para desbloquear nuevos caminos o poder seguir avanzando en la aventura. Aquí quiero decir un solo aspecto a mejor: el apuntado a la hora de realizar los ataques a distancia a veces está demasiado direccionado en línea hacía el progreso de la pantalla, o sea la derecha. Eso hace que en algunas ocasiones, si queremos disparar hacía la izquierda, tengamos que darle dos veces al botón de esa dirección y estar seguros de que estamos apuntando hacia ella.
A parte de eso, los dos ataques de largo alcance combinan de modo orgánico con las opciones físicas de Kenzi, e iremos alternando para derrotar a los distintos enemigos. Es más, si bien al principio he comentado la necesidad de realizar el doble salto encima de los orbes de energía, a partir de este punto, estos se dividen en dos y podremos optar por golpear los azules o los rosas, activando así o rellenando la barra de estamina de uno o otro de los personajes, permitiendo que obtengamos el poder que se requiere para superar cada fase.
Poco más, de momento. Una demo que dura aproximadamente una hora, que podéis disfrutar en Steam y que nos hace más corta la espera hasta el 31 de Julio para que podamos disfrutar de un título de plataformas y acción que pinta muy muy bien. Ninja Gaiden: Ragebound es mi deseo de verano.