Compartir

En un panorama donde los simuladores tienden a la complicación o al realismo extremo, RoadCraft se presenta como una propuesta que busca el equilibrio entre la accesibilidad y la profundidad. Desarrollado por Saber Interactive, conocidos por MudRunner y SnowRunner, este título nos pone al mando de una empresa especializada en la recuperación de zonas devastadas por desastres naturales. La premisa es clara: reconstruir infraestructuras, reactivar la economía local y devolver la vida a regiones afectadas por catástrofes.

Desde el inicio, RoadCraft deja claro que su enfoque no está en la velocidad ni en la competición, sino en la planificación y la ejecución eficiente de tareas. El juego nos ofrece más de 40 vehículos distintos, cada uno con funciones específicas: desde excavadoras para despejar escombros hasta grúas para levantar estructuras pesadas. La variedad de maquinaria es notable y cada una se siente única en su manejo, lo que añade una capa de profundidad a la jugabilidad.

Las misiones se desarrollan en ocho mapas distintos, cada uno de 4 km², que representan diferentes biomas y presentan desafíos únicos. Ya sea reconstruyendo un puente en una zona montañosa o restaurando una fábrica en un área costera, el juego exige adaptarse a las condiciones del entorno, notamos el barro al pasar por encima, el agua, etc, y tenemos que utilizar las herramientas adecuadas para cada situación.

Visualmente, RoadCraft no busca deslumbrar, pero ofrece un entorno coherente y funcional. Los escenarios están bien detallados y la física de los materiales, como la arena, la madera o el asfalto, está bien implementada, lo que aporta realismo a las tareas de construcción y demolición. El rendimiento en Xbox es estable, sin caídas de frames ni problemas técnicos reseñables.

La banda sonora es discreta, acompañando sin distraer, y los efectos de sonido están bien logrados, desde el rugido de los motores hasta el crujido de las estructuras al colapsar. Todo contribuye a una inmersión adecuada en el mundo del juego.

Uno de los puntos fuertes de RoadCraft es su modo cooperativo para hasta cuatro jugadores. La posibilidad de dividir tareas y colaborar en tiempo real añade una dimensión estratégica y social al juego. La coordinación entre jugadores es clave para completar las misiones de manera eficiente, y trabajar en equipo para reconstruir una zona devastada resulta gratificante.

RoadCraft no es un juego para todos. Su ritmo pausado y su enfoque en la gestión y la reconstrucción pueden no atraer a quienes buscan acción inmediata o desafíos constantes. Sin embargo, para aquellos interesados en simuladores que ofrecen una experiencia más reflexiva y centrada en la planificación, este título ofrece una propuesta sólida y bien ejecutada.

En conclusión, RoadCraft es un simulador que, sin reinventar el género, aporta una experiencia coherente y bien diseñada. Su enfoque en la reconstrucción y la gestión, combinado con una jugabilidad accesible y un modo cooperativo efectivo, lo convierten en una opción recomendable para quienes buscan un título que premie la planificación y la colaboración. No es un juego que busque impresionar con grandes alardes técnicos, pero sí ofrece una experiencia satisfactoria para su público objetivo.

Este análisis ha sido creado gracias a un código entregado por Plaion España


Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *