Compartir

Gal Guardians: Servants of the Dark, el que mucho abarca poco aprieta.

Gal Guardians: Servants of the Dark es la secuela de Gal Guardians: Demon Purge. Como su nombre indica, en la primera parte de esta saga Spin Off de Gal Gun (por favor ignoremos esos juegos) nos dedicamos a realizar una purga de demonios, mientras que en la entrega que nos compete en este análisis controlamos a un par de maids (Kirika y Masha) que sirven al demonio Maxim. Me parece que es importante comentar esto ya que en un principio yo no sabía que Gal Guardians y Gal Gun estaban conectadas de alguna manera, lo único que sabía es que se trataba de la segunda entrega de una saga que hasta el momento desconocía. Respecto a lo primero, no conozco (ni quiero conocer) como se relacionan estas sagas, y en cuanto a lo segundo, no creo que sea necesario haber jugado a la primera entrega de Gal Guardians para disfrutar de Servants of the Dark; es cierto que en un punto de la historia se hace referencia al primer videojuego de la saga, pero no creo que sea algo demasiado relevante.

En Gal Guardians: Servants of the Dark controlamos a dos maids del demonio Maxim para buscar los restos de sus huesos y así devolverle el poder que le fue arrebatado después de la traición de la maid jefa Lysa. Durante toda mi partida siempre he tenido una voz en mi interior que me decía “¿Y cuándo viene lo bueno?», porque de entrada, Servants of the Dark nos propone un montón de mecanismos, desbloqueables, mecánicas de combate… que parecen interesantes, pero que finalmente solo consiguen decepcionar al jugador.

Gal Guardians: Servants of the Dark, el que mucho abarca poco aprieta.

Por una parte contamos con el castillo de nuestro señor, Maxim. Después de la traición, este está patas arriba y tendremos que reconstruirlo, principalmente, encontrando las almas de los antiguos huéspedes del mismo. Al principio de la aventura, cada alma que conseguimos suele corresponder a un nuevo personaje que nos dará acceso a nuevas tiendas, mejoras, modos… pero rápidamente pasan a ser nuevos personajes con un par (con suerte) de diálogos.

La exploración es una aspecto vital de cualquier metroidvania, desbloqueas una nueva habilidad y te das un paseíto en busca de zonas que antes eran inaccesibles. En Servants of the Dark me he encontrado dando más vueltas de las que me gustaría, perdiendo bastante tiempo por un sistema de viaje rápido que deja bastante que desear. El viaje rápido está implementado mediante unas barqueras que nos pueden llevar a ciertos puntos del mapa. El problema principal es la escasez de estos puntos, en la mayoría de las zonas hay un par de ellas, pero se acentúa aún más debido a un mal posicionamiento de la mayoría de puntos, generalmente alejados de los lugares en los que nos quedaron asuntos pendientes.

Gal Guardians: Servants of the Dark, el que mucho abarca poco aprieta.

Tengo la sospecha de que el viaje rápido fue un elemento difícil de manejar durante el desarrollo o que, por lo menos, no se tenía claro cómo implementar ya que una de las mecánicas principales, devolver los huesos encontrados al trono de Maxim para subir de nivel y así aumentar las estadísticas de los personajes y obtener en ocasiones nuevas habilidades, supone volver recurrentemente al castillo. Mi teoría es que durante el desarrollo pensaron que esto sería muy engorroso debido a la escaseza de puntos de viaje rápido, por lo que para arreglar esto decidieron que a través de los puntos de guardado, mucho más abundantes, el jugador pueda volver al castillo y desde otro punto de guardado pueda volver al último punto de guardado desde el que se transportó al castillo. Sinceramente, para mí se siente como una solución barata, quiero decir, tenemos un sistema de viaje rápido (el cual también conecta con el castillo de Maxim), PERO para viajar a nuestro destino más recurrente tenemos otro sistema de viaje mucho más conveniente.

Volviendo a los huesos del asunto, a medida que avanzamos por el mapa encontraremos huesos de Maxim. Si los recogemos y los llevamos a la sala del trono subimos de nivel. Una subida de nivel puede suponer que aumente la vida, los PD máximos (que se usan para utilizar las armas secundarias) y en algunas ocasiones aprender una nueva habilidad. En este aspecto Servants of the Dark es muy simple; las mejoras de movimiento que ofrecen estas subidas de nivel consisten básicamente en permitir hacer más saltos en el aire o permitir hacer más desplazamientos en el aire, además de dos mejoras únicas que permiten romper algunos obstáculos para acceder a ciertas zonas.

Además de lo que ya comenté de la exploración con los puntos de viaje rápido tengo más problemas con la exploración, pero en este caso es más personal. Para avanzar en cierto punto de la historia hay que usar un ataque secundario de Masha sobre un lago de lava para congelarlo y poder avanzar. La verdad es que en ningún momento se propone que los diferentes tipos de ataques cargados elementales de Masha puedan alterar elementos del terreno, por lo que si no los usas con frecuencia (algo muy probable ya que la mayoría de sus ataques cargados hacen menos dps que su combo normal y además necesitas obtener cargas matando enemigos) es bastante probable que te quedes un poco confundido cuando llegue este punto de la historia.

Como ya dije, contamos con dos personajes, Masha y Kirika. Podemos cambiar de personaje en cualquier momento apretando uno de los gatillos traseros del mando. Masha utiliza un látigo para atacar a los enemigos, mientras que Kirika utiliza una pistola. Son personajes complementarios, normalmente, mientras exploramos una nueva zona Masha es la maid más cómoda de utilizar gracias a su versatilidad, mientras que Kirika es más útil para acabar con enemigos a los que nos es difícil acercarnos. Las barras de vida de ambas son independientes, por lo que cuando perdemos toda la vida con un personaje el juego cambia automáticamente al otro y podemos revivirlo.

Por otra parte, también contamos con los PD, que actúan como unos puntos de magia que nos permiten utilizar sub-armas que los enemigos sueltan de vez en cuando después de ser derrotados. Hay una variedad decente de sub-armas, pero su uso parece estar más bien pensado para derrotar a los jefes importantes.

En relación a esto último, los combates con los jefes no han sido de mi agrado. La mayoría de jefes son realmente fáciles, mientras que el jefe final tiene algunos ataques que, después de mi partida, sigo sin entender cómo funcionan, dándome la sensación de que se trata de una pelea injusta.

Un punto a destacar es el apartado multijugador. Normalmente los metroidvanias no tienen funciones multijugador ya que suelen ser experiencias orientadas a un único jugador, pero si hay algo que puede resultar atractivo de este Gal Guardians: Servants of the Dark eso es la posibilidad de jugar con un amigo durante toda la campaña utilizando cada persona a una de las maid demonio.

Reflexionando sobre este análisis, parece más “Lista de cosas que no me gustaron de Gal Guardians: Servants of the Dark” que un análisis propiamente dicho. No lo he hecho aposta, pero cuando me pongo a pensar en mi experiencia con este videojuego me resulta difícil encontrar puntos positivos, pero no quiero decir que sea un videojuego terrible en todos sus aspectos, más bien se trata de un videojuego mediocre que se ve lastrado por las expectativas que él mismo siembra en el jugador durante sus primeras horas.

No puedo recomendar Gal Guardians: Servants of the Dark a cualquier persona. Puedo recomendárselo a un amante de los metroidvanias que busca un pequeño aperitivo o a alguien a quien le haya gustado la primera entrega de Gal Guardians y quiera ver con qué continúa la saga, pero no a mucha más gente.

Ya está disponible en formato físico para Nintendo Switch y PS5.

Este análisis ha sido realizado gracias a un código proporcionado por Meridiem Games.


Compartir

Por pepis

Twitter: @pepiis_ Correo electrónico: pepispkmn@gmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *