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Llevo un tiempo disfrutando de la Nintendo Switch 2 y haciendo un balance de este primer medio año con ella y creo que fuimos injustos en su inicio. Y eso es precisamente lo que vengo a explicar en esta opinión personal.

Cuando Nintendo Switch 2 se anunció, llegó con una serie de decisiones que dejaron mucho que desear. La respuesta inicial del público, entre la que me incluyo, no fue buena: una demo técnica de la consola hecha juego de pago, el lanzamiento de su primer gran exclusivo a 90 euros (estableciendo así un nuevo estándar de precio) y el anuncio de las Key Cards, esos cartuchos que básicamente son una llave para descargar el juego digitalmente.

Los precios de Nintendo Switch 2 y el formato físico

No quiero ser yo quien venga a defender a la empresa hipermillonaria capitalista, pero creo que, al final, esos anuncios no fueron para tanto. Exceptuando la demo técnica de la consola, de la que no tengo argumento defendible, el resto se ha matizado.

Para el precio de los lanzamientos en Switch 2 no hemos tenido otro caso igual por el momento. Incluso juegos como Donkey Kong Bananza o Kirby Air Riders, que de lanzamiento eran ligeramente más caros que los de la Switch original, ya se podían encontrar más baratos en algunos establecimientos el mismo día de salida. Creo que el precio injustificable del Mario Kart World era simplemente una jugada para venderlo únicamente en los packs junto a la consola. Ahora que se supone que los packs se acabarán en algún momento, ya empieza a ser posible encontrar el juego en físico a un precio más lógico.

Por otro lado, están las Key Cards. Aunque prefiera mil veces los juegos físicos completos y sienta que nos están empujando a lo digital, encuentro esto una medida intermedia que prefiero antes que no tener el juego físico en absoluto. Suena a que me estoy conformando con lo que me dan, lo sé, pero viendo la situación actual del mercado digital y de la competencia, prefiero esta solución.

Comprar Donkey Kong Bananza - Switch 2

El eterno debate sobre la potencia

Soy consciente de que Nintendo Switch 2 no va a ser una consola que brille por su fuerza bruta y, por tanto, algunos juegos third party se quedarán fuera del hardware, como ya pasaba con la original. Aún así, el usuario de Nintendo compra más juegos de media (y en físico) que en el resto de consolas, y eso muchas veces justifica a las desarrolladoras intentar portear sus obras. Eso me alegra y solo espero que su catálogo no se quede cojo a la larga.

De todos modos, Nintendo y los estudios indies nos han demostrado sobradamente que no hace falta una gran potencia. Una buena historia o un diseño artístico único son la clave del éxito. Si tu juego se diferencia lo suficiente, no necesitamos un realismo gráfico extremo.

Un catálogo de Switch 2 sobresaliente

Nintendo ha decidido anunciar sus juegos a un año vista (únicamente tenemos noticias hasta 2026), pero analizando estos primeros meses, el catálogo ha sido bastante sobresaliente, con un juego potente prácticamente cada mes. Empezaron con Mario Kart World y Donkey Kong Bananza, y siguieron con Kirby Air Riders, Hyrule Warriors y el esperadísimo Metroid Prime 4.

Hemos tenido en seis meses el lanzamiento de cuatro sagas icónicas, sin contar con las expansiones de juegos de la primera Switch. Por el momento, para este año venidero ya tenemos anunciados Pokémon Pokopia, Yoshi and the Mysterious Book, The Duskbloods y un nuevo Fire Emblem. Y ojo, obviamente solo estoy hablando de juegos exclusivos de la propia Nintendo (aunque The Duskbloods sea de FromSoftware, lo edita y distribuye la Gran N).

Echando la vista atrás, ya quisieran Microsoft y Sony tener el catálogo inicial que se le está quedando a Nintendo Switch 2. Y es que la competencia está más floja que nunca, no solo por la falta de exclusivos o la poca calidad en algunos de sus lanzamientos, sino también por una generación manchada por subidas de precio constantes y decisiones pésimas.

Kirby™ Air Riders

¿Somos menos exigentes con Nintendo?

No voy a justificar a Nintendo, y no me gustaría que se acomodasen porque su competencia esté siendo bastante nefasta mientras ellos obtienen unas ventas desmedidas.

Soy el primero cuya reacción ante las noticias negativas iniciales fue escribir un artículo mostrando mi descontento. Pero viéndolo en retrospectiva, no sé si realmente las noticias eran tan malas o si, simplemente, por una parte, nos hemos rendido con lo que le exigimos a las empresas.

No veo que tengamos el mismo nivel de exigencia con PlayStation y Xbox que con Nintendo. Y creo que esto último es «culpa» de la propia Nintendo. Siempre se han mostrado como una marca familiar, cercana y querida, y este afecto hace que les exijamos un nivel moral y de calidad mayor. Mi primer pensamiento al escribir este artículo era que Nintendo ha conseguido ser la Disney de los videojuegos precisamente por esto: esperamos magia, y cuando nos dan realidad empresarial, nos duele más. Es el único símil que he conseguido hacer en mi cabeza, aunque en los últimos años la imagen de Disney también se esté deteriorando, quizás Nintendo sea el último bastión de esa «magia» que nos obliga a ser tan críticos como fieles.


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