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Yo soy una persona muy lineal por decirlo así, me gusta que una historia me conduzca, me gusta que haya un búho diciéndome «es por ahí» aunque sea un mundo abierto y acabe yendo al otro lado por que me apetezca y por ello los juegos de simulación difícilmente han sido lo mío nunca.

Mis primeros juegos de simulación fueron varios, todos de la saga Sims de EA, pero no los que creéis. Mi primer juego de vivir dentro de la consola fue Sims 2 en su versión para Nintendo DS, sí, esa versión en donde vivías y dirigías un hotel en medio de lo que parecía ser el Área 51 y estaba lleno de aliens y cosas extrañas por todos lados. Amaba ese juego ya que siempre había cosas que hacer como simplemente dirigir el hotel o comprar recreativas, secretos por descubrir como los aliens y la gente que se hospedaba en el hotel y muchos pero que muchos tesoros, no era un juego en el que te aburrieras hasta un punto, ya que no era un Sims en sí, no simulabas nada, disfrutabas de una aventura y descubrir secretos.

Y así pase a la saga My Sims, la saga creada por EA en reacción a lo popular que fue Animal Crossing años antes y sobre todo con Nintendo DS, casi tenía hasta el mismo formato. My Sims: Kingdom de DS fue el último juego que jugué de la saga, era como el primo feo de Animal Crossing, bastante limitado y diría que el hermano de Happy Home Designer pero pasando de ese hablemos un poco del primer My Sims y al que le tengo un amor especial: My Sims: Agents de Nintendo DS.

My Sims: Agents parecerá tu típico Animal Crossing al principio pero no lo es, nada más llegas al pueblo te conviertes en un espía y tendrás misterios que resolver, además de un sospechoso enemigo por tu camino y una zona bastante grande por explorar que se une a lo típico de decorar casas y el personaje de cualquier simulador de este estilo. My Sims: Agents tenía algo especial por esa linealidad implícita, esos objetivos, dentro de un juego que es básicamente infinito y por eso me lo volví a comprar hace poco tiempo, aunque no he tenido oportunidad de rejugarlo aún.

Fuera de Los Sims y My Sims ahora hablemos del tema por el que habéis venido a este artículo: Animal Crossing: New Horizons. Cuando me apeteció comprar este nuevo juego de Nintendo Switch (cuando no era tan nuevo, el año pasado), recordé todo sobre mis gustos en este genero y me eche para atrás un poco, dude y dude hasta que finalmente decidí dar el salto de fe y resulta que al final no me arrepentí para nada.

Animal Crossing: New Horizons es un juego impresionante que aunque haya oído y visto que le falta contenido respecto a su predecesor, el tan largo y vivo New Leaf de Nintendo 3DS, creo que tiene un contenido único y muy especial. Empecemos por el principio, nada más llegar hasta la isla tu objetivo principal es SOBREVIVIR (como dirían en Halo: Reach), es la parte del juego en la que más paciente tendrás que ser, ya que necesitarás craftear básicamente todo y para conseguir los materiales tendrás dos opciones: Conseguirlos en tu propia isla o con vales en una de las de Tom Nook y como básicamente necesitas tiempo para las dos cosas tendrás que esperar días y días y días.

La paciencia es la madre de la ciencia y New Horizons te lo enseña muy bien, igualmente creo que es la parte del juego que más disfrutarás si aún no lo has jugado, tendrás que pensar y montar estrategias con lo que tienes cada día para ir avanzando poco a poco y consiguiendo nuevos servicios, edificios y una casa para ti solito.

Avanza avanza y avanza sin parar, siempre tendrás un objetivo claro: Construir tu primera casa, ayudar a tus vecinos, plantar frutas, conseguir materiales… todo para tener una isla rebosante de vida vecinal, de materiales y poder acceder a muchas más zonas de la isla que antes eran inaccesibles. Durante todo el lio del objetivo podrás decorar tu casa, hablar con vecinos, regalaros cosas, invitar a otros aldeanos, viajar a las Islas de Millas, incluso decorar tu isla, para cuando te apetezca salirte un poco del objetivo en cuestión, es divertido ser creativo.

La linealidad de los objetivos de este juego es algo que me enamora, siempre tienes un objetivo te apetezca o no hacerlo, sean los logros que te dan Millas Nook o el objetivo principal del juego como construir nuevos servicios o invitar nuevos aldeanos, es algo que lo diferencia de juegos como Los Sims. En dichos juegos el objetivo es crear tus personas y ayudarlas a vivir ¿pero cual es el objetivo de ello? Ninguno, simplemente las ayudas a vivir, montar una familia y morir.

Pero volviendo a AC (no el sangriento, el de los animales), una vez que conseguimos casi todos los servicios, un montón de vecinos y obviamente la oficina central, se acabará lo que llamamos la Parte 1 de este juego que es crear la isla en si y empezará la Parte 2 que será más libre, con un objetivo final, tener 3 estrellas de popularidad y esto es lo más subjetivo y abierto que hay ya que tendremos que preparar la isla básicamente creando la isla «perfecta» para conseguir esas estrellas y que el gran Totakeke venga a tocar a ella.

Esta parte no me gusto tanto, ya que es en la que más te estancas, teniendo que hacer las cosas que el juego quiere pero sin que te las digan y ni te deja libertad ni te da un objetivo claro, es como un punto negro. Una vez conseguido todo esto por fin habrás llegado al «final» del juego sin final, un conciertazo junto a unos créditos.

Parte 1 bastante lineal y paciente, Parte 2 menos creativa… pero falta una Parte la creáis o no, la Parte 3 de la actualizaciones, que es una mezcla de las dos anteriores, ya que podrás construir lo que quieras donde quieras pero también tendrás objetivos como abrir las nuevas tiendas o viajar para conseguir giroides enterrables, entre muchas otras cosas que también incluyen a Happy Home Paradise, un DLC donde liberar toda tu creatividad en casas que podrás decorar y en donde te darán muebles y novedades para que tu decores tu isla. Además de todo eso para todos los que sientan que han acabado el juego como yo y no les apetezca jugar mucho más estarán los eventos mensuales que nos harán explorar laberintos o encontrar huevos de pascua o plumas, entre otros, más objetivos con los que disfrutar más.

Para alguien como yo que no había jugado un Animal Crossing nunca New Horizons es algo grande y especial que después de acabarlo si que se puede sentir un poco limitado pero las actualizaciones ayudaron a acabar con esa parte débil del juego dándonos contenido especial y después de 90 horas se acaba mi aventura que ha pasado desde el miedo al comprarlo hasta el amor hacía un juego que básicamente lo tiene todo y a la vez no, y así es como según salga el próximo Animal Crossing lo pillare sin pensármelo.

Para mi Animal Crossing no es huir de mi vida, como sintieron muchos de los que los disfrutaron cuando salió en 2020, sino una extensión más, con vecinas como la grandísima Belinda o mi celebración del año nuevo con mis vecinos que fue muy especial, fue la primera vez que disfrute de una fiesta de año nuevo (risas enlatadas)Nunca tengáis miedo de probar algo nuevo.

Lo peor

  • Tiene claramente mucho menos contenido que sus predecesores.
  • Se puede sentir bastante limitado en ciertos momentos.
  • Se puede hacer algo repetitivo una vez haces muchas horas.

Lo mejor

  • La renovación de estilo y características le han sentado al juego increíblemente.
  • Tener un o varios objetivos claros durante el juego abre las posibilidades a muchos tipos y estilos de gameplay.
  • Las actualizaciones trajeron muchas cosas pero Animal Crossing: New Horizons Happy Home Paradise es lo que más brilla, siendo una expansión inspirada y mejorada de Happy Home Designer.

Valoración final

9

 


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