Seguramente la mayoría hayáis visto alguna vez un meme o un vídeo de countryballs, que son bolas representando a los países del mundo en diferentes situaciones. Bang-On Balls: Chronicles ha recogido esta idea y ha sabido plasmarlo de forma muy acertada en un mundo en 3D. Lanzado en acceso anticipado en 2021, finalmente llegó a consolas el pasado 5 de octubre de 2023. Cuando vi el tráiler me llamó la atención y tenía que jugarlo si o si para ver como era.
Bang-On Balls: Chronicles no tiene una trama muy elaborada y básicamente es una excusa para visitar cada uno de sus mundos. Encarnamos a la bola Bob, que se dirige al estudio de cine Bobbywood, donde exploraremos cada una de sus películas que son los mundos a los que podemos ir. Los mapas son bastante grandes y cada uno se nos presenta una lista de objetivos que debemos completar, lo que nos permite enfrentarnos a un jefe una vez que se logran. Los objetivos son bastante simples en su mayoría y sirven como excusa para explorar la mayoría de las zonas de cada mundo. El único reto es si queremos conseguir el 100% de los niveles, buscando los quince rollos de película de cada nivel, abriendo todos los candados y encontrar la gran cantidad de trajes (tatuajes, barbas, armas, escudos, ropa, sombreros) presentes en cada nivel y que nos podemos cambiar en cualquier momento.
El diseño de niveles es realmente bueno y su calidad no disminuye en ninguno de los mundos. El primer mundo que visitamos está basado en la época vikinga, el segundo nos lleva a plena Guerra Fría, durante la carrera espacial, con el mapa dividido en dos, la URSS en un lado y Estados Unidos en el otro. Luego viene el mundo de los piratas y el último mundo está inspirado en Japón y abarca varias épocas: desde la era feudal hasta nuestros días.
Los niveles no serían lo mismo sin una jugabilidad simple y efectiva que los acompañe. Podemos saltar, avanzar rápidamente y bloquear. A pesar de que la cámara a veces no va lo bien que debería, especialmente en los edificios, uno rápidamente disfruta saltando sobre los enemigos o el entorno, ya que este último es casi completamente destructible.
Sin embargo, a veces puede resultar confuso lidiar con muchos enemigos en pantalla y recibir daño de ataques que creíamos haber bloqueado o esquivado. Aunque tengamos barra de vida, la muerte no es realmente nada grave ya que resucitamos en el último punto de control visitado, pero si volvemos al lugar de la pelea, encontraremos a los enemigos con la misma cantidad de vida que tenían cuando morimos. Si algunos combates resultan demasiado difíciles, siempre es posible jugar con ayuda en cualquier momento y es que Bang-On Balls: Chronicles se puede jugar en modo cooperativo de dos jugadores en pantalla dividida o hasta cuatro jugadores en línea. Así que es posible unirse a una sesión multijugador en cualquier momento a través de diferentes puntos de acceso en los niveles.
Centrándonos solo en los objetivos principales y explorando un poco cada nivel, completarlo nos debería tomar alrededor de unas cinco horas antes de llegar a la pelea final y ver los créditos. Es algo corto, pero esta duración puede duplicarse fácilmente si nos proponemos encontrar todas las piezas de los trajes y completar todos los objetivos secundarios.
Voy a terminar simplemente hablando del aspecto técnico del juego que, sin deslumbrarnos con gráficos muy asombrosos, logra ofrecer entornos ricos y coloridos, pero sobre todo muy variados. No encontramos problemas técnicos aparte de los problemas de la cámara mencionados anteriormente y algunas ralentizaciones esporádicas, pero nada que arruine la diversión.
En conclusión, una experiencia que me ha sorprendido gratamente y que recomiendo si buscas un juego sin una historia compleja y simplemente quieres jugar a algo divertido para pasar el rato sin muchas complicaciones.
Valoración final
7,5
Este análisis ha sido posible gracias a un código proporcionado por Exit Plan Games.