El Penitente regresa en la secuela del maravilloso metroidvania lanzado en 2019. Blasphemous fue uno de los mejores metroidvanias de aquel año y ahora con esta secuela The Game Kitchen ha sabido superarse en todo a su anterior juego. Con estas pocas palabras creo que es suficiente para saber lo que opino del juego y es que tras completar al 100% el juego no puedo hacer otra cosa que no sea recomendarlo, pero vamos a entrar un poco más en profundidad en el análisis para ver todo lo que nos ofrece esta aventura.
Aunque la historia sigue después de los acontecimientos del primer juego, creo que no es necesario haberlo jugado para poder jugar este, aunque hay cosas que entenderemos mejor si lo hemos completado previamente, no voy a dar detalles sobre la historia o los personajes, pero sigue siendo igual de increíble que en el primero, hay un personaje de una misión secundaria que no me esperaba para nada de la sensación tan extraña que me ha dejado al verlo. En cuanto a la jugabilidad, Blasphemous 2 es mucho más metroidvania que el primero y se nota que han prendido de los errores de la anterior entrega.
En el primero el combate era satisfactorio pero esta secuela lleva todo a un nivel superior. En lugar de una sola arma en esta ocasión contamos con 3 diferentes y tenemos que elegir una al principio de la aventura, a medida que avancemos iremos desbloqueando las dos que nos quedan, las armas que tenemos disponibles son:
- Veredicto: es el arma pesada, lenta y podemos pegar desde más lejos pero no nos deja hacer bloqueo a los enemigos (ha sido mi arma principal durante la aventura).
- Sarmiento y centella: arma muy rápida con poco daño y a distancia corta.
- Ruego al alba: la espada que se asemeja más a la del primero y la más equilibrada.
Esta decisión no solo afecta al combate, sino que afecta a la movilidad por el mundo ya que con cada una de ellas podemos abrir caminos distintos y es ahí donde entra el componente metroidvania junto a las habilidades que vamos encontrando repartidas por el mapa como saltar por las paredes o el salto doble.
Blasphemous 2 conserva el mismo estilo artístico oscuro de su anterior entrega y cuenta con un pixel art muy detallado en personajes, escenarios y enemigos, además tanto los enemigos como los jefes tienen animaciones muy cuidadas. La principal novedad de Blasphemous 2 son sus secuencias animadas en 2D que tendremos en algunos momentos de la historia que están muy logradas y parece que estamos viendo una serie animada del juego, no me parece que desentonen con el resto del juego y aunque hay pocas y no son muy largas crean momentos muy épicos.
La exploración por el mapa también se ha mejorado con respecto al primero, aunque el estilo del mapa no ha cambiado ahora tendremos marcadores ocasionalmente para indicarnos nuestros próximos objetivos. Como en todos los metroidvanias nos vamos a perder explorando por su mundo y buscando sus secretos y estos marcadores nos ayudan bastante a saber mejor dónde dirigirnos. Además, se mantienen las salas de transporte, pero ha cambiado y ahora elegimos en el mismo mapa a donde vamos y no eligiendo el nombre.
Si bien entiendo que en juegos como este es común contar parte de la historia a través de las descripciones de los objetos, también considero importante dedicar mi tiempo a jugar en lugar de constantemente verificar si el objeto que recogí tiene un propósito mayor. Ahora, los objetos están organizados de manera clara según su función en relación con la jugabilidad y la historia. Blasphemous 2 también adopta un enfoque más tradicional de metroidvania. Las mejoras para atravesar el entorno están siempre activas y hay muchas por descubrir. Esto asegura que todo esté claro y además aporta mayor variedad a las secuencias de plataformas y combate, algo que no existía en la primera entrega. Incluso se ha modificado la mecánica de escalar paredes para que el personaje se agarre automáticamente a la pared. El combate también resulta sumamente gratificante. En los ataques se nota la sensación de peso, y vencer a los enemigos es una experiencia satisfactoria. Las magias que tenemos, conocidos como rezos, ofrecen mucha variedad en el combate, especialmente cuando se combinan con las nuevas armas.
En Blasphemous 2, los jefes siguen siendo un desafío. Combatir contra los jefes se siente muy divertido y aunque mueras muchas veces una vez los derrotas la sensación de superación es increíble, aunque quizás uno de los jefes tiene una dificultad bastante más elevada al resto y estuve atascado unas cuantas horas. Además, he pasado mucho tiempo explorando y descubriendo lo máximo posible hasta conseguir el 100% del juego, en total me ha llevado unas veinte horas.
No olvidarnos tampoco de la maravillosa banda sonora compuesta por Carlos Viola que ya hizo un trabajo muy bueno en la primera entrega y en esta secuela ha hecho también un trabajo increíble, y hay que mencionar si o si el fantástico doblaje al castellano que tiene el juego con voces muy reconocibles y del que muchos triples A podrían aprender para sus juegos.
En conclusión, si disfrutaste del primer Blasphemous, sin duda deberías jugar a Blasphemous 2. Todo lo que hizo que el primer juego fuera grandioso se ha ampliado en esta secuela, con prácticamente todos los problemas abordados y mejorados.
Valoración final
9