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La moralidad en The Legend of Zelda: Link’s Awakening

Uno de los juegos más oscuros de The Legend of Zelda es Majora’s Mask, ¿pero qué me dices si te digo que hay otro, que salió antes además, que es tan oscuro, o incluso más, que la aventura de Link en Termina? Eso es Link’s Awakening, título al que en su lanzamiento hicimos una semana especial con contenido variado del juego.

Se trata de una de las entregas 2D más icónicas y aclamadas por la comunidad, siendo el primer título portátil de una franquicia de leyenda. Cuando te lo pasas por primera vez, ya sea en su versión original o en el remake de Nintendo Switch, al principio no notas nada raro, todo es bonito y agradable, hay animalitos y la isla tropical ayuda a vivir esa sensación de aventura.

No obstante, hay una oscura realidad en el juego, y que puede afectar a su propia moralidad e, indirectamente, a la nuestra también. Por desgracia, para explicar todo esto necesito soltar spoilers del juego, por lo que si no te lo has pasado y sigues leyendo, será responsabilidad tuya (créeme que merece la pena pasarse el juego y luego volver).

Como bien sabéis, en mitad del juego se nos indica que todo lo que estamos viviendo no es más que un sueño del Pez Viento, y que Link está dentro de él. Para poder escapar, deberemos obtener ocho instrumentos musicales que estarán custodiados por ocho jefes, y a su vez deberemos derrotar a uno final antes de despertar al Pez Viento.

El caso es que cuando lo hacemos, toda la isla desaparece. Todas las personas, todos los animales, todos los monstruos, absolutamente todo, desaparece. Y eso lo hemos provocado nosotros, nadie más que nosotros, en nuestro deseo de continuar la historia y, a sabiendas de lo que pasaría, seguir adelante.

De forma correcta, Link no reacciona ante tal sorpresa. Se muestra indiferente cuando descubre la realidad. Esto es necesario pues somos nosotros, el jugador, quién tiene que opinar, quién tiene que juzgar. Y, al hacerlo, estamos jugando con la vida del resto de seres vivos que hay en la isla Koholint.

La moralidad en The Legend of Zelda: Link’s Awakening

Solamente los jefes son conscientes de que viven en un sueño. Los aldeanos y animales no lo mencionan en ningún momento (aunque hay algunos indicios de que algo raro pasa si hablamos con los niños), e imagino que los monstruos tampoco lo saben, pero los jefes sí, y nos lo dicen a la cara cuando nos ven.

Nos dicen que quieren sobrevivir, que ellos quieren vivir, que este es su mundo y que Link ha venido, involuntariamente, a asesinarlos. No solo a ellos, sino indirectamente también a la población. Link’s Awakening nos ofrece un debate sobre la moralidad y lo que está bien y mal de una forma magistral para tratarse de un juego de GameBoy.

Porque aquí debemos hacernos varias preguntas, y seguramente ninguno tengamos la razón absoluta: ¿debemos eliminar a 1000 para salvar a 1, o debemos condenar a 1 para salvar a 1000? Link no entró voluntariamente en este mundo, pero tampoco es excusa para destruirlo.

La moralidad en The Legend of Zelda: Link’s Awakening

Con todo esto tenemos uno de los dilemas más grandes que nos ha presentado The Legend of Zelda: ¿es moral el final del videojuego? Sin ninguna duda esta entrega es una de las más oscuras de toda la saga, y le da un toque de carisma que otras entregas no pueden presentar.

Que grande cuando un videojuego te deja con esta pregunta durante mucho tiempo. Y habrá quién niegue que este medio es un arte. Pobres.


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Por Sergio Ortuño Fernández

Graduado en Comunicación Audiovisual. Jefe de Relaciones Públicas (PR) de VidaoPantalla y creador de contenido. Guionista, doblaje, locución y presentación de radio y TV. Shergiock@gmail.com

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