[Análisis] Fallout: Dust

Junto con Project Brazil, Fallout Dust es uno de los mods para Fallout: New Vegas más valorados por la comunidad de PC. La extensión del mismo abarca todo el Mojave, que se ha convertido en una tierra hostil, más que de costumbre, donde todo atisbo de civilización por muy minúsculo que fuera se ha acabado extinguiendo.

La RNC ha puesto en cuarentena sus emplazamientos y disparan a matar a todo aquel que no sea de los suyos, la Legión de César ha quedado reducida a un grupo de caníbales de carácter tribal, los asentamientos de supervivientes han sido devastados y desolados por la paranoia creciente y unas extrañas criaturas se retuercen por el Mojave, saliendo de la tierra y atacando a todo el mundo. Es esta la premisa de la que parte Fallout Dust, cuya visión del apocalipsis se acerca más a la película The Road o al juego I am alive, ofreciéndonos un entorno desolado en donde el ser humano se ve reducido a matar, robar y, muchas veces, devorar a sus congéneres para sobrevivir.

La atmósfera opresiva y melancólica es uno de los principales puntos fuertes de este mod.

Al empezar a jugar, diseñaremos nuestro personaje, como estamos acostumbrados en la saga Fallout. Después de eso, apareceremos en una habitación, con varias puertas y una música extremadamente tétrica sonando. Cada puerta lleva a un punto aleatorio del mapa, normalmente un piso franco, donde podremos y debemos pertrecharnos con lo que encontremos.

Al salir al exterior, vemos que el cielo ha adquirido una tonalidad rojiza y que se respira una tensión constante. No tendremos brújula ni nada que nos indique el camino. Nuestra misión es salir del Mojave y como lo hagamos ya es cosa nuestra. A medida que avances por el yermo desértico encontrarás notas y grabaciones que pueden darte pistas de hacia dónde ir. Nadie te dirá nada en ningún momento, así que como salgas de ese infierno es solo y exclusivamente cosa tuya.

La sensación de agobio nos acompañará a lo largo que dure nuestra aventura, ya que todos los supervivientes, o al menos casi todos, serán hostiles con nosotros y no hablemos de los mutantes. Posiblemente la criatura más molesta de Fallout: Dust sean The Tunnelers, las cuales provienen del dlc de The Lonesome Road.

La munición, los víveres y los suministros escasean bastante. Cada bala, cada aperitivo, cada estimulante, cada droga potenciadora… todo debe ser racionado con el mayor de los cuidados, ya que en normal el juego es enfermizamente desafiante y a veces muy injusto.

Los Tunnelers pertenecían originalmente al dlc Lonesome Road, pero el creador del mod las rescató para convertirlas en un enemigo persistente en Fallout Dust.

Hay varios añadidos muy interesantes respecto a Fallout: New Vegas. Como la inclusión de pintura tribal para el personaje cuando lo estamos diseñando o el añadido de un sistema de locura, que sirve para sustituir al famoso sistema de karma de la saga. Cada vez que nos alimentemos de carne humana, nuestro contador de locura bajará, haciendo que tengamos visiones y alucinaciones de lo más curiosas. En mi caso, he llegado a ver a un gecko del tamaño de un rascacielos correr hacia mi para después desvanecerse en una explosión atómica que no me hacía ningún tipo de daño.

El único problema que tiene el mod es una dificultad elevada, aunque más bien es injusta… muy injusta. La munición es escasa y las criaturas conocidas como los Tunnelers salen en manada del suelo, y tienen una percepción y velocidad muy elevados por lo que descarta darles esquinazo. La mayoría de las armas están en un estado lamentable, rompiéndose con un uso relativamente corto. Esta necesidad de saber conservar los recursos es una buena idea, pero la inclusión de los Tunnelers, casi parece innecesaria y atenta contra la propia idea que tendría que tener el juego.

En resumidas cuentas, Fallout: Dust es a día de hoy uno de los mods más trabajados ya no de la saga, sino de los videojuegos, convirtiendo el desierto del Mojave en un melancólico páramo. Merece la pena jugarlo por lo bien llevada que esta su oscura atmósfera y los interesantes añadidos jugables.