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Se habla mucho sobre lo genéricos que resultan los FPS en el mercado moderno. Que la mayoría de juegos salen a la venta sin saber ni si quiera cual es su sitio en el mundo y que pasan por las estanterías sin pena ni gloria, siendo comprado por unos pocos,…

Nota:

Jugabilidad - 9
Gráficos - 8.5
Sonido - 8
Duración - 7.5

8.3

Superhot es un alocado FPS, famoso por ofrecer una de las mecánicas más originales del pasado año.

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[Análisis] Superhot

Se habla mucho sobre lo genéricos que resultan los FPS en el mercado moderno. Que la mayoría de juegos salen a la venta sin saber ni si quiera cual es su sitio en el mundo y que pasan por las estanterías sin pena ni gloria, siendo comprado por unos pocos, que serán incapaces de retener las mediocres experiencias que vivieron.

Ese no es el caso de Superhot. Uno de los shooters más originales que he llegado a disfrutar en mi corta vida.

Jugabilidad

Nuestro objetivo es tan simple como despejar las salas de enemigos para seguir avanzando hasta el siguiente nivel y vuelta a empezar, usando de inspiración escenarios típicos de películas de acción, en donde el enemigo nos supera considerablemente en armamento y número, como es ya costumbre. Hasta el momento este ha sido siempre el clásico planteamiento de los FPS, pero la gracia de Superhot es la mecánica que integra en los combates.

Si permaneces quieto, el tiempo se ralentizará considerablemente, como si se tratase de un perpetuo tiempo bala, en el que tendremos tiempo de analizar el terreno y elaborar una estrategia, pero ¡CUIDADO! Cada vez que realicemos un movimiento o una acción los enemigos, las balas y los objetos se moverán a la velocidad normal, y si nos quedamos quietos volverá el tiempo bala, ralentizándose todo una vez más.

Lo que hace que te plantees cada situación de forma tan estratégica es que una bala o un golpe puede matarte, independientemente de donde te dé. Esto nos obliga a usar ese tiempo bala tan preciado para elaborar una estrategia antes de ejecutar cualquier movimiento, ya que podría ser el último.

El arsenal que nos ofrece el juego es escaso, pero notarás la diferencia entre cada arma. Pistolas, escopetas, rifles, katanas, bates de beisbol y elementos del entorno. Cada arma te obliga a jugar con una estrategia diferente, así que elige sabiamente como quieres afrontar la situación. Te advierto que la escopeta puede ser tu mejor amiga o tu peor enemiga dependiendo que manos la porte.

El juego busca hacerte sentir como en esas películas de acción de domingo por la tarde en la que el protagonista tiene unos reflejos sobrehumanos, viendo como el tiempo se ralentiza a su alrededor antes de hacer alarde de su habilidad de combate cuerpo a cuerpo, interacción con el entorno y el uso de armas de fuego.

Es una gozada arrebatarle a un enemigo una katana, luego partir una bala que se dirigía hacia ti y después arrojar la espada oriental hacia otro atacante para decapitarlo. Te hace sentir poderoso cuando dominas la técnica, pero también vulnerable, ya que un simple tiro o golpe puede acabar contigo y estropearte el momento.

Sonido

El punto fuerte de Superhot es la jugabilidad y eso nos lo deja claro desde el principio, ya que otros elementos como el sonido quedan relegados a una segunda posición. Cuenta con buenos efectos sonoros y te sirven de ayuda para ver por dónde te silban las balas o escuchar como una ventana se resquebraja hasta no ser más que docenas de fragmentos cristalinos.

El sonido acompaña, pero no aporta mucho más.

Gráficos

Ocurre lo mismo que con el apartado sonoro. No me malinterpretéis. El motor Unity ha demostrado de lo que es capaz en muchos juegos y es cierto que Superhot buscaba ser simplista gráficamente, por lo que no hay nada que reprocharle.

Los escenarios parece que carecen de texturas y los enemigos son algo así como prismas rojos con forma antropomórfica. Parte del encanto del juego es esa simpleza gráfica, que lo dota de un carisma que hace que se diferencia de otros títulos del mercado. Pero no es más que un apartado complementario, al igual que el sonoro.

Al pasarnos el juego y revelarnos un final que os dejará impresionados, se desbloquearán varios modos y desafíos, como pasarnos todas las misiones de la campaña usando tan solo la katana o a puñetazo limpio, teniendo también un modo en el que oleadas de enemigos no pararán de avasallarnos hasta acabar con nosotros en unas oficinas.

El argumento en un principio parece no tener más importancia. Asumimos el rol de un hombre que ha conseguido una copia del juego e intercambia correos con un amigo hablando sobre lo que le parece Superhot, pero la situación no tardará en torcerse y nos veremos envueltos en una compleja trama en la que parece que es el juego el que está jugando contigo. La campaña es corta, pero es una experiencia que prefiero que la disfrutéis por vuestra propia cuenta, así que no diré mucho más.

Conclusión

Superhot es uno de los shooters más alocados y originales que he llegado a jugar en mi vida. Una trama que se tornaba simple, te dejará descompuesto durante días, con su brusca manera de romper la cuarta pared y hacer creer que el juego te está manipulando a ti, más allá de la simple pantalla. La mecánica del tiempo bala es una de las más originales y atrevidas que he visto en un FPS, obligándote a ser más estratégico en tus movimientos y no actuar como un John Rambo. Es uno de esos títulos en los que predomina la técnica del ensayo y error para saber cómo afrontar cada situación.

Una experiencia más que recomendable. Si queréis probarlo antes de decidir su compra, hay una demo jugable en la página oficial del juego. Se puede adquirir tanto para Xbox One y PC. Espero que lo disfrutéis tanto como lo hice yo en su momento.


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