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¿Quién no recuerda el gran éxito de Horizon Zero Dawn? Vaya, parece que me esté refiriendo a un juego de hace una década cuando en realidad es muy reciente. Su lanzamiento y su buen recibimiento por parte de la prensa y los jugadores supuso un revés físico a aquellos que no creían que Guerrilla Games podría hacer grandes cosas y, a la vez, para aquellos que cuando la identidad y género de Aloy salió a la luz la rechazaron automáticamente. ¿a qué se debió esto? Bueno, es que Aloy es mujer y, al parecer, este motivo hizo que no cumpliera los requisitos para muchos jugadores que no se sentían identificados manejándola.

Lejos ha quedado esto, aunque tampoco mucho, pues la compañía neerlandesa demostró su talento y le echó valor, agallas, sin importar lo que una cantidad de usuarios pensara. Ni que habláramos de hacer un battle royale de Animal Crossing, señores, simplemente se trata de una protagonista femenina, al igual que la gran Samus lo era en su día o como lo es Tomb Raider hasta el día de hoy, aunque hay gente que le da demasiada importancia por desgracia. La cruz de los desarrolladores, nunca estará todo el mundo contento con alguna idea.

Personalmente, pensaba que ya habíamos aprendido tras ello pues, ¿qué importa la clase de ser o género del o de la protagonista para disfrutar de un juego? por desgracia no es así, por suerte no es algo preocupante cuando quienes se quejan son los mismos de siempre, pero se convierte en un problema considerable cuando encuentras a más personas con este mismo pensamiento, incluso personas cercanas las cuales, no hacen más que decepcionarnos.

De lo que os quiero hablar es del fenómeno actual Assassin’s Creed Odissey y es que, pese a tener unos paisajes de ensueño, una trama cuidada y horas y horas de diversión, el aspecto más polémico y comentado tanto antes de su lanzamiento como después, es que cuenta con dos protagonistas a elegir: una mujer y un hombre.

Contando con la libre elección de dos personajes totalmente diferentes con distintas tramas, la nueva entrega de Ubisoft nos ofrece nuevas posibilidades de pasarlo bien y a la vez que sean del agrado de todos. ¿Cuál es el motivo de añadir un personaje femenino y otro masculino? ¿Quizás añadieron a Kassandra y por miedo a las malas criticas también pusieron a Alexios o viceversa? No tengo ni idea, incluso puede que esta idea ya estuviera en mente de los creativos antes de empezar el proyecto. El caso es que han ofrecido la oportunidad de que una mujer sea la heroína, la que nos salve a todos, cosa que pocas veces se hace realidad y que se agradece un montón. Esto no quiere decir que haya que omitir a los hombres como héroes, simplemente que haya un poco más de variedad, diversidad.

Dejando claro que lo que ha hecho la compañía francesa no nos aporta más que cosas positivas, pese a ello, la pesadilla de Aloy se repite:

Solo hay que echar un ojo a foros, redes sociales… Kassandra no es del agrado de algunos, ‘no consiguen meterse en la historia’, ‘no pinta nada en el juego‘. Y, con lo fácil que es cambiar de personaje y seguir disfrutando, (a cada cual le puede gustar más un personaje que otro como en juegos de rol multijugador, donde suelen triunfar personajes femeninos estéticamente y, si encima le sumamos que cada uno cuenta con diferentes historias como en este Assassin’s Creed, la diversidad de gustos se dispara) se dedican a echar por los suelos al personaje e incluso a la propia desarrolladora.

¿Por qué les resulta tan molesto ver protagonistas femeninas en videojuegos? ¿Tienen miedo de que su querido hobby sea conquistado por mujeres? ¡Ups, espera! ¿Pero eso no hace ya tiempo que ocurre? ¿No tenemos el mismo derecho a disfrutar de lo que nos gusta sin que nos sintamos rechazadas, juzgadas y oprimidas? Con lo sencillo que es sentarse, coger el mando y disfrutar cada uno a nuestro modo…


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Por Susanapz

Soy de las que nacieron con una PSX bajo el brazo hace 21 años, hermana de Crash Bandicoot y elegida por la Keyblade. De día, junto a mi guardián Auron, intento salvar Spira y de noche soy una assassin en busca de la libertad.

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