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Jack N’Jill Dx es el nuevo juego de Ratalaika Games con un gran sabor de la vieja escuela. El título, un plataformas retro que recuerda a los Kirby de la Gameboy, ya está disponible para Pc, Nintendo Switch, Playstation 4, Xbox One y PS Vita. Descubramos qué nos tiene que ofrecer esta nueva inclusión indie en los plataformas de toda la vida:

Jack N’Jill Dx es un juego de plataformas en blanco y negro que nos recuerda en parte a los Kirby de la GameBoy. Como suele ser habitual en el género, la historia carece totalmente de peso, es prácticamente inexistente. En este caso, los protagonistas son Jack y Jill, dos personajes que nos recuerdan más que ligeramente a Meat Boy. Al principio del juego Jack nos cuenta que debemos ayudarle a encontrar a Jill. Esto ocurrirá a lo largo de 7 mundos formados por 140 fases. No hay nada más que eso, la presentación es una mera excusa para centrarnos en lo verdaderamente importante: la jugabilidad.

Algo a destacar de Jack N’Jill Dx es que es un juego probablemente pensado para echar unas cuentas partidas cortas si buscas un poco de diversión. Las fases son relativamente cortas y se guarda automáticamente al final de cada fase (en fases más largas incluso hay varios checkpoints a lo largo de la fase). Lo verdaderamente importante de las mecánicas jugables: todo el juego se desarrolla a través de un sólo botón. Una jugabilidad extremadamente sencilla pero efectiva. En cuánto le das al botón un vez, Jack se mueve hacia adelante. Tendrás que darle al mismo botón para saltar, rebotar…etc. La única forma de cambiar de dirección será chocar contra una pared, haciendo que Jack cambie de dirección.

Tanta simpleza puede parecer aburrida y monótona, pero no lo es en absoluto, es extremadamente entretenido. A medida que vas avanzando, se incluirán nuevos elementos que irán añadiendo interés a la jugabilidad. Enemigos sobre los que saltar, pinchos, paredes para rebotar, un objeto con el que correrá más rápido, otro con el que volarás…etc. Se irán sumando más y más elementos primero insertados de una forma más sencilla para después ir subiendo de dificultad y haciendo combinaciones entre ellos.

Los controles funcionan muy bien, puede que en algún momento concretos podemos tener problemas con el timing, pero no suele ser lo normal. Sentirás que avanzas muy rápido, y aunque seguramente mueras bastantes veces (es lo que tiene la prueba y error) no se hará nada pesado. En algunas fases más largas incluso hay varios caminos alternativos o incluso alguno falso con el que sólo encontrarás la muerte. Además de las fases en sí, que son 140 en total, también hay una serie de minijuegos y retos a conseguir que ayudarán a aumentar un poco la durabilidad de juego.

En relación a la duración, es un juego que se antoja algo corto, para echar un par de días unas cuantas partidas hasta acabarlo. Quizás hay demasiadas fases que son prácticamente un tutorial hasta llegar a las que son un poco más complicadas, disminuyendo el nivel de reto. La rejugabilidad no está tampoco demasiado presente, ya que la gracia es intentar darte cuenta de lo que tienes que hacer muy rápido (ya que Jack no se queda quieto en casi ningún momento) y conseguir ejecutarlo sin error alguno.

No es un juego en absoluto difícil, es más, deberían quizás haber aumentado más la dificultad en los últimos mundos. Tiene un buena curva de dificultad ascendente, pero no llega nunca a ponerse realmente difícil. Si que moriremos bastantes veces, pero normalmente es porque no podemos parar y, por tanto, tampoco podemos pensar en las acciones que tenemos que realizar. Los elementos del escenario se sienten algo estáticos incluso en movimiento, por lo que aunque vayas con las botas aceleradores tus reflejos raramente te fallarán. Tampoco es un paseo, pero no llega a ser un verdadero reto a pesar de que probablemente tengas que repetir algunas fases muchas veces.

Los gráficos son en blanco y negro y buscar recordar a los típicos plataformas de la primera GameBoy. No son para nada feos pero tampoco realmente destacables. Siempre habrá dibujos de fondo con una estética entrañable, muy Kirby. El apartado sonoro es un punto bastante bajo de Jack N’Jill Dx, quizás estamos ante lo peor del juego sin lugar de dudas. El hilo musical es animado y divertido, pero sin apenas variaciones. Aunque cambie entre mundos, en esos mundos hay demasiadas fases como para no cambiar la música. Realmente puede acabar siendo un poco molesto cuando juegas muy seguido. Más variedad le hubiese dado bastante vida a nuestro oídos.

En resumen

Lo mejor:

  • Es adictivo y extremadamente entretenido, sólo quieres continuar.
  • Los nuevos elementos se introducen de forma natural con casi ninguna explicación, pero se entiende perfectamente lo que hay que hacer.
  • Un juego muy efectivo para partidas cortas.
  • La curva de dificultad está bien realizada, a pesar de que debería ser algo más difícil.

Lo peor :

  • La banda sonora es demasiado simple y repetitiva.
  • El apartado gráfico no está nada mal,pero no destaca (especialmente teniendo en cuenta que es en blanco y negro).
  • Hay una falta casi total de ambición, busca simplemente hacerte pasar un buen rato.
  • Hay demasiadas fases algo simples que sirven como explicación para la introducción de nuevos elementos. Se podrían haber reducido y haber puesto en su lugar fases más largas y complejas, como las que hay a medida que te acercas al final de cada mundo.

Como conclusión, Jack N’Jill Dx es un título muy entretenido y divertido que puede resultar realmente adictivo. Es cierto que en algunos momentos se puede hacer algo repetitivo, pero la mayoría de las veces seguirás jugando casi sin darte cuenta. Puede que si hubiese salido en la época de la GameBoy hubiese destacado más, ya que hoy en día hay plataformas en 2D más ambiciosos, más retantes o complejos. Pero, en definitiva ¿quién no quiere pasar un buen rato?.

Hemos realizado este análisis con la versión de Nintendo Switch gracias a un código que nos ha proporcionado Ratalaika Games, ¡esperamos que os guste!


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Por Leticia Martínez Páramo

Apasionada del cine, la música y los videojuegos. Cuando me dijeron que la princesa estaba en otro castillo, el momento en el que empecé a pasear por Hyrule, el miedo que sentí cuando llegué a Raccoon City... Fue cuando supe que me había perdido para siempre.

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