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Son muchos los usuarios que tiran la toalla con algunas compañías por explotar sus sagas sin ningún cambio destacable entre ellas, muchos juegos y contenidos al año que pueden disfrutar los jugadores con una calidad mediana. Mientras que por el otro lado, hay estudios que prefieren sacar un título cada X años de una calidad más alta, aunque no siempre esto dicta el cómo será el producto final pero, ¿qué es lo que prefieren los propios jugadores? ¡Nuestro equipo opina!

 

 Shergiock, Redacción.

»Ah, el mítico debate de la calidad contra la cantidad. Personalmente si me dais a elegir a vida o pant… Perdón, digo muerte me quedo con la calidad. De qué me sirve tener over 9000 juegos de mi franquicia favorita si todos son una birria… Sin embargo, creo fervilmente que ambas opciones pueden sobrevivir perfectamente.

Depende de lo que entendamos por calidad, por supuesto. Cantidad creo que es un concepto en el que todo el mundo concuerda, más juegos, más cantidad, menos juegos, menos cantidad. Pero, ¿qué es la calidad? Al final, la respuesta siempre acaba en subjetivismos. Sabiendo cómo es el desarrollo de producciones audiovisuales, hacer un videojuego no es trabajo de un par de días. Necesita de mucho esfuerzo, personal y, sobretodo, dinero.

La pregunta no debería ser: ¿Calidad o cantidad? No. Sino debería ser, ¿término medio o ‘a saco Paco’? Calidad y cantidad pueden coexistir perfectamente, pero antes necesitarán entrar en un término medio que evite que las personas que trabajen en esa producción tengan un dolor de cabeza importante.»

 

 Smart Llamas, Medios.

»Para mi es fundamental siempre la calidad antes que la cantidad, ya que por mi experiencia en el mundo de los videojuegos finalmente disfrutas mucho más de un juego de buena calidad que muchos de calidad mediocre o de la misma calidad. Es decir, yo disfruto mucho más si me centro en un título que en varios.

Además podemos hacer varias comparaciones para que os hagáis una idea, por ejemplo con la comida. Imagínate comer mucha comida, te encanta todo lo que te ponen y estás comiendo todo lo que quieras hasta quedar lleno. Finalmente no has disfrutado de la comida, no has saboreado los platos, no has tenido tiempo de apreciarlos. Y finalmente seguro que te habrás puesto malo por comer tanto. Así que mejor un pequeño trozo de tarta y disfrutarlo cada cucharada, que varios trozos de tartas que al final no los disfrutas igual.

Otro punto a revisar es el tiempo, es mejor dedicarle su tiempo a cada juego y si tienes muchos juegos a los que quieres jugar puede que no disfrutes lo suficiente de ellos. Un símil con los coches, puede que muchas veces quieras llegar antes a un destino y «perder el tiempo» lo menos posible, pero, ¿y si en vez de ir rápido, vamos a un ritmo normal y que puedas disfrutar del trayecto, descubriendo zonas nuevas o pueblos a los que visitar?

Es mucho más divertido y entretenido, por lo que la potencia sin control no sirve de nada y la cantidad por encima de la calidad es lo mismo.»

 TheAlex36, Medios.

»Creo que las dos deben ir de la mano. Me gustan los juegos largos, pero que no sean repetitivos ni con actividades recicladas. Con esto quiero decir, que se puede encontrar un término medio, un juego de calidad y que a la vez no peque de excesivamente largo ni corto.

Pero si tuviera que elegir una de las dos, definitivamente sería; calidad. Pues no puedo olvidarme de juegos como Ghost Recon Wildlands, que me aburrió en ciertos momentos, porque las misiones eran prácticamente iguales, y por la parte positiva, están juegos como Journey, que lo «poco» que dura, es una obra maestra cada minuto.

No tengo ninguna duda de que a veces los juegos deben terminar en un punto justo, pues si se alarga, o sacan más entregas, puede llegar a perderse mucha de la experiencia de jugarlo.»

 Kosack, Redacción.

»A estas alturas de la vida estamos acostumbrados a que nuestra saga favorita tenga ya en su haber un montón de entregas a sus espaldas. No es raro ver que a lo mejor, cada año o cada dos años, tenemos un título nuevo de la susodicha pero en el pasado esto no era tan así.

Los desarrollos, pese a ser mucho más baratos y necesitar de menos tiempo de preparación, se dilataban igual 3 o 4 años entre cada entrega. La verdad, puede que para las empresas esto contribuyese a un tráfico menor de dinero en sus arcas, pero para los usuarios era un refresco comedido que hacía disfrutar de las sagas de una forma equilibrada sin que se llegase al aborrecimiento o al olvido.

Con la apertura de múltiples estudios de desarrollo bajo una misma marca, los desarrollos podían organizarse de una mejor forma para llevar varios proyectos a la vez e incluso acelerar desarrollos enfocando esfuerzos de varios estudios en un mismo título. El caso más sonado será el de Call Of Duty, que aunque parezca que hacen el juego en menos de un año la realidad es que Activision tiene en su haber muchos estudios trabajando al unisono e igual cada juego lleva unos 3 años de cocción encima.

De todas formas, eso no combate el empacho de los jugadores que año a año ven como se repiten fórmulas, el salto gráfico es mucho menor o las mecánicas no innovan lo suficiente como para sentirse algo “nuevo” que merezca el mismo valor monetario que la obra que instauró todo esto como una novedad. Hay que ser conscientes que el desarrollo de un videojuego es algo tremendamente caro, tanto, que cobrar 60 euros por él de salida igual no es ni suficiente para rentabilizarlo. Sacar juegos anuales reutilizando recursos es una forma de paliar estos costes, por lo que sacar un título con una periodicidad más dilatada en el tiempo puede concurrir en otro tipos de sobrecostes para el jugador como DLC’s que se sienten que deberían venir con la experiencia base, micropagos abusivos o medidas un tanto antiéticas como pases de temporada o incluso de acceso online.

La clave estaría en encontrar un punto medio entre lo que la empresa necesita amortizar y lo que el jugador demanda en cuanto a novedad. La diabólica Ubisoft parece que ha entendido el concepto corrigiendo las fechas de salida de su prolífica Assassin’s Creed, pasando de entregas multianuales a una cada 2 o 3 años y eso se nota. Origins supuso un cambio muy bestia que la gente necesitaba con urgencia y el juego se sobrecostea con eventos temporales, cajas de botín que no afectan a la experiencia y un seasson pass que ofrece contenidos más gordos a lo largo del tiempo. Quizás sea el modelo más acertado para conciliar ambos puntos de vista.

Hasta que aparece CD Projeckt con su afamado The Witcher 3 y sus políticas protectoras del consumidor rompiendo cánones y sentando precedentes muy difíciles de combatir por emporios enormes que sustentan sus ganancias en praxis un tanto discutibles *cof* EA *cof*. CDP tiene en su haber una tienda de juegos digitales (Gold Old Games) que le permite abarcar desarrollos costosos sin necesidad de buscar el beneficio por otras vías in-game. Pero no todas tienen esta suerte de contar con una tienda propia y que les vaya tan bien.

Para un servidor lo mejor es que el objetivo principal siempre sea el mejor trato posible y el contento del público pero también entiendo que las editoras y las desarrolladoras tienen que buscar un cierto margen de beneficios para poder seguir creciendo y seguir brindando experiencias al medio. Hay que ser abierto de miras ante todo y no dejarse llevar por el egoísmo, más en este hobby que está en auge y debemos apoyarlo como nos sea posible.»

 Ralencoman, Redacción.

»En la industria del videojuego tenemos sagas que han recibido una cantidad de títulos, que no podemos contar con los dedos de ambas manos: Super Mario, Zelda, Sonic, Pokémon o Tomb Raider son algunas de ellas. Normalmente, cada nuevo título de estas sagas revoluciona a los jugadores, que deseosos de hacerse con la nueva aventura de sus personajes favoritos, lo compran sin ninguna falta.

Y esto nos lleva al debate de si es mejor centrarse en la cantidad de juegos o en la calidad que nos pueden ofrecer. Una saga de videojuegos longeva es más probable que peque de falta de originalidad que títulos nuevos, sobre todo si lo dan todo en un juego sin tener en mente una continuación. Un ejemplo que me gustaría poner es The Last Of Us: Un genial juego pensado para darlo todo, sin pensar en continuaciones, o al menos era lo que parecía en su momento, ya que desde hace tiempo tenemos confirmada una segunda parte, que esperemos no esté falta de originalidad y que pueda mejorar a su primera parte.

Pero por otro lado, están algunos de los personajes más famosos del mundo de los videojuegos, como lo es el personaje por excelencia, Super Mario, que pese a la gran cantidad de títulos que tiene en su haber, ha sabido reinventarse de múltiples formas: compitiendo en carreras alocadas con sus amigos y rivales (Mario Kart), con divertidos juegos en un tablero para jugar junto con tus amigos (Mario Party), o el cambio de aires de Paper Mario, todo un toque de originalidad en la saga.

Entonces, ¿todos los juegos de los que tenemos mucha cantidad carecen de originalidad? Por supuesto que no, y eso es algo muy meritorio en las sagas longevas, pero no todos los juegos han corrido la misma suerte, y algunas sagas debieron ver su fin antes de tener entre manos juegos que no convencieron a nadie, y de esos hablaremos en otro momento.

Para finalizar, mi opinión se resume en una frase: Siempre es genial la cantidad cuando no se pierde la calidad.»

¿Creéis que ambos factores podrían convivir en armonía, o es sin duda una tarea de lo más complicada? ¡Dejadnos vuestra opinión en los comentarios y nos vemos en el próximo Nuestro Equipo Opina!


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Por Susanapz

Soy de las que nacieron con una PSX bajo el brazo hace 21 años, hermana de Crash Bandicoot y elegida por la Keyblade. De día, junto a mi guardián Auron, intento salvar Spira y de noche soy una assassin en busca de la libertad.

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