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PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch, las reinas consolas actuales. Una infinidad de nuevas oportunidades para crear obras nuevas, marcar la diferencia, traer algo que nunca se ha visto, aunque al menos el 50% o más llegan a ser remasterizaciones o remakes de juegos que se lanzaron en un pasado. La comunidad lo tiene claro, si se trata de títulos tan míticos como Medievil, Shadow of the Colossus o Spyro rebienvenidos sean pero, ¿esto no hace que el catálogo se convierta en aburrido o que los desarrolladores estén faltos de ideas refrescantes? Unos dirán que si, otros dirán que no.

Pero aquí viene la pregunta más importante, ¿porqué las compañías la mayoría de veces deciden ir a lo seguro en estos tiempos que las consolas están en su máximo esplendor? ¿Para ahorrar recursos o quizás porque no quieren que sus sagas se vayan al garete al utilizar nuevas ideas? Ni una cosa ni la otra. Estos pisan en suelo firme por nosotros. Y es que nosotros los jugadores somos tan simples como los bebés. Podemos tener un buen juego cogiendo polvo en la estantería durante años, y si un día la compañía responsable decide sacar el mismo juego un poco ‘decorado’ lo volveremos a comprar porque será la novedad. Y no, no vale decir que no os lo compraríais, porque hasta yo he de decir que ha sido una gozada volver a disfrutar de mi Crash Bandicoot, pues ha sido como volver a mi infancia.

Y es que ya no se trata del mismo juego, que también, nos gusta siempre recordar los mejores momentos de nuestra vida, recordar ese juego que nos marcó tanto, que nos tenía pegados a la pantalla horas y horas. Por supuesto que las compañías se aprovechan de ello. ¿Deberíamos echárselo en cara? La respuesta es no, porque estos nos traen lo que nosotros mismos pedimos. Poneos en situación:

X compañía lanza al mercado un nuevo juego de zombies, »el Resident Evil de la actualidad» lo llaman los medios. Ahí es cuando empieza mal la cosa, los creativos independientes se pasan horas infinitas trabajando en un juego que luego va a ser conocido no por ser X juego, si no uno parecido a otro muy famoso. Hay veces que incluso los mismos creadores en su descripción comparan su obra con otros juegos porque es que si no es así no se vende.

Todo viene debido a que en estos tiempos somos demasiado cerrados de mente, no queremos arriesgar y en parte es comprensible, pues los precios de los títulos en consola la mayoría son bastante altos y un gran porcentaje de jugadores debemos de pensar detenidamente si comprarnos un juego de lanzamiento o elegir uno de dos. Por ello optamos por juegos que ya sabemos que nos van a gustar, dejando atrás nuevas propuestas que quizás nos gustarían incluso más, pero el cariño que les tenemos desde hace años a ciertas sagas es difícil de olvidar.

Pese a todo esto, ¿qué ocurriría si en vez de influenciarnos por los medios o por conocidos a la hora de comprar, nos dejáramos llevar? Los estudios estarían rebosados de nuevas ideas, no tendrían ese miedo de ‘fracasar’ o que su juego una vez lanzado quede en el olvido e incluso los preciosas bajarían, pues habría más competencia en el catálogo. Claro está que esto es muy difícil que ocurra pero, personalmente, os invito a que el próximo juego que adquiráis sea uno del que no sepáis ni de qué trata, ese con el que no tendréis hype ni expectativas altas, ese del cual no habéis visto ni el tráiler. Estoy completamente segura que será para vosotros una experiencia totalmente diferente, así es como me cambió la vida The Last of Us.


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Por Susanapz

Soy de las que nacieron con una PSX bajo el brazo hace 21 años, hermana de Crash Bandicoot y elegida por la Keyblade. De día, junto a mi guardián Auron, intento salvar Spira y de noche soy una assassin en busca de la libertad.

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